Es lo que me gusta de...

Y me di cuenta que soy una más,

que sin zapatos somos igual,

que poco a poco nada cambiará,

que la vida gira y tu vas cuesta arriba,

entonces me puse los jeans un poco húmedos,

una polera el chaleco y las zapatillas,

salí a caminar, sin brisa en mi andar,

con la cabeza centrada en mis pies,

con las zapatillas decoloradas,

sin pensar me fui a caminar,

no quería más que escuchar por los grandes fonos algo de Travis,

y seguir caminando sin pensar,

ya no solo quiero dudar,

poner todo en duda,

tengo hambre de saber,

la cultura me llama y fumando veo a un viejo de gran bigote en la presentación de mis compañeros, me estaba acordando del colegio sin pensar en lo real,

y me di cuenta que soy igual a cualquiera,

sin sentido de ser,

y quiero llegar a un no destino,

me molestaba el sol de la tarde me puse las gafas ochenteras heredadas de la abuela,

seguí caminando y dudando,

las tiras de la polera se me caían sin argumento,

y el chaleco me picaba, no creí que esto pasaría,

tenia los pies helados y las mejillas frías,

y me di cuenta que sin pensar sabia que todo mejorará no quería creer que somos distintos,

solo caminé y somos iguales me convencí,

nuevamente sin argumentos,

el jeans se secaba,

ya no sabia que más hacer en el circulo central de la cuidad,

pues solo avancé más despacio sin importarme nada,

saque una hoja y comencé a desvariar,

caos,

incoherencia para los demás,

pero entendible a mi manera,

metaforaza, y sigo pensando estupideces,

para escribir algo sin sentido que me palpita en la cabeza,

sigo no pensando en salir de aquí,

estar en otro lado, y no dejar de escribir,

automatismo en su máxima expresión,

y amo el surrealismo del inconsciente y subconsciente,

el teatro del absurdo,

cantando sin sentido,

amando por no tener razón de lo que hago,

y sigo escribiendo en cualquier parte,

y pienso no existo,

que va, Descartes, ven para psicoanalizarte,

y le doy un beso a Bretón fuera de mi casa,

me doy una vuelta por los cuadros de Miró,

no planto un árbol ni tengo un hijo,

pero escribo una especie de libro,

el de la vida,

no paro de pensar, y no pienso en parar,

y la vela de la sabiduría brillará siempre en su máxima expresión,

no se apagará hasta que mi cerebro estalle,

y no me gusta la Cerveza amarga,

no dejo de hacer esto,

quiero expresarme,

viajar un rato,

si estoy escuchando here with me de Dido, como no viajar,

es en leguaje electivo donde me expreso drásticamente y persistencia de la memoria de Dalí,

quiero saber pintar,

pero se escribir,

no soy feliz,

y no quiero serlo,

nadie es alguien,

y cuando tengo un frase en la cabeza me da vueltas hasta que la escribo!,

todo en uno da vueltas en mi cerebro

y no me doy cuenta que estoy con hambre,

las personas reprimidas,

y qué,

escribo y esto no para,

yo no me detengo,

ni un rato,

claramente quiero escribir mucho y sin pensar,

sin reflexionar, la verdad, no me importa si entiendes, solo desahogo mis pensamientos que deben salir para crear nuevo algo,

formas sin sentido para ti, ni para mi

no quiero que entiendas, solo lee,

y el lápiz me acalambra la mano, lo exiliaré en un estuche aparte,

se me van las ideas,

la puerta del pensamiento comienza a cerrar,

rápido,

rápido

fuerte,

dinámico,

genera ritmo,

y hace tiempo que no escribía aquí,

pero esta en todas partes,

se me va la idea central,

comienzo a desvariar nuevamente,

ya no hablo coherencias para mi, no a ti...

y simplemente cierro el cuaderno,

vuelvo a casa, las tiras de la polera, sin fundamento se caen y hago un nudo,

comienza una incoherencia dramática.

- Alguien, yo